domingo, 7 de diciembre de 2008

Confusion

Alerta, que no te mientan, aqui esta pasando algo muy raro, cosas inatas, propias del ser desde su nacimento, hoy dia a dia se ponen en juego, si hemos llegado a confundir lo inconfundible, pero creo que aun estamos a tiempo.
En esta tierra donde reina la inequidad, el hablar sin saber es bien visto y aquel que se formo deja alguna que otra duda, yo solo quiero aclarar una temible confucion que he notado en estos tiempos, obiamente hablando de la alimentacion cada dia mas compleja y con menor acceso por parte de todos.
De que hablamos cuando mencionamos la palabra hambre, en realidad la sentimos, o estamos confundidos. Hay una palabra en cuestion que podria solucionar tal confusion, el hambre es nada mas que una respuesta autonoma del organismo que nos acompaña desde que nacemos, dolores abdominales sumamente fuertes que de persistir se vuelven mas intensos y con mayor frecuencia.
Pero aqui va lo interesante, vivimos confundiendo el hambre con el bendito apetito, el cual no nos acompáña desde el nacimiento, sino que dia a dia, con nuestras elecciones alimentarias, gustos y aversiones vamos formando, influenciados por los sabores de los alimentos, los lugares donde los consumimos, con quienes los consumimos y las estrategias de marketing que abundan y a cuales las empresas se abocan seriamente con el fin de crearnos la necesidad de consumir sus preductos. Asi que tenga cuidado cuando tenga ganas de comer algun alimento en especial no diga, - que hambre tengo me comeria un helado, no eso es el apetito que usted armo, el hambre se siente,duele, no importa el marketing ni nada. Las empresas de alimentos y los productores no se ocupan del hambre, solo de influenciar su apetito.
Esta pequeña y humilde expliacion es para reflexionar, el hambre existe, en Argentina mueren 8000 niños al año por esta causa, no mas hambre terminemos con esta barbarie.

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Reflexion

El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos. Eduardo Galeano. "El libro de los Abrazos"