Alguno de ustedes se han hecho esta pregunta alguna vez, si no, es buen momento para pensarlo ya que el contexto mundial nos está mostrando cada vez más situaciones problemáticas referidas a los alimentos, elemento básico y proclamado por la Conferencia Mundial de la Alimentación en 1974 Roma, como "el derecho inalienable de todo hombre, mujer y niño a no sufrir hambre o desnutrición para alcanzar el pleno desarrollo de sus facultades físicas y mentales". Donde se planteo el objetivo de erradicar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en el plazo de una década, objetivo que hoy 35 años después aun sigue sin cumplirse.
En 1996 en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, la cual fue convocada por la persistencia del hambre, la malnutrición aun más generalizada y el progresivo aumento de preocupación por la capacidad de la agricultura para cubrir las necesidades alimentarias futuras, el objetivo que se planteo durante la misma fue renovar el compromiso del los más altos niveles de políticos mundiales con el fin de eliminar el hambre, la malnutrición y garantizar la seguridad alimentaria sustentable para toda la población.
Seis años después en el 2002 la “Cumbre Mundial para la Alimentación “tubo como antecedente el fracaso de los objetivos planteados en 1996 pero lejos de resolver los problemas que no hicieron fructífera aquella cumbre, se formulo un nuevo plan de acción que sigue siendo ineficaz ya que se apoya en políticas que llevan al hambre que sostienen la liberación de los mercados de los países de América del Sur y crean una homogeneidad cultural, protegidas por fuerzas militares en caso que no lleguen a buen puerto.
Como futuro licenciado en nutrición me permito tratar de analizar con espíritu crítico algunos puntos referidos a este tema que nos afecta a todos. No con el ánimo de asustar si no todo lo contario para que podamos resolver las problemáticas mas comúnmente observadas, respecto de la alimentación.
El hombre es lo que come, es una frase muy conocida, pero ¿sabemos que comemos? O solamente sabemos cuántos recursos económicos necesitamos para comprar lo alimentos, dando por aceptado el consumo de alimento nuevos, de no más de dos años en el mercado, modificados genéticamente, sin saber las repercusiones de su consumo, invadidos constantemente por publicidades de orden alimentario que se preocupan por la estética y por mencionar todas las propiedades milagrosas que tienen esos productos sin mencionar la perdida de las culturas alimentarias originarias de cada lugar.
Por eso quiero invitar a cada uno a reflexionar si alguna vez en su vida produjo al menos un 1 % de su alimentación y experimento tan sana e importante tarea, la verdadera agricultura, la que forma parte de un estilo de vida y que busca una integración del hombre y lo vincula a sus alimentos dándole la capacidad de producirlo y agregarle valor en caso de ser necesario, e intercambiarlo por otro bien, brindando le al hombre una participación activa en su alimentación , no ser solamente un simple comprador, poder reducir sus gastos y conocer su lugar, el clima y las condiciones adecuadas para cultivar tal y cual semilla.
Estamos en una época clave en la que debemos tomar conciencia de que la producción de alimentos no puede estar sujeta a una pocas multinacionales que practican el dumpin, estrategia económica que baja los precios por debajo del costo de producción, dejando fuera de competencia a los medianos y pequeños productores.
Es tiempo de que empecemos a habar de soberanía alimentaria, se vienen días duros en los cual los alimentos puedes llegar a ser bienes de lujos y no nos debemos permitir eso ya que la alimentación es un derecho y quedan evidenciadas las repercusiones que puede tener una alimentación insuficiente en un niño en cada nueva investigación.
La soberanía alimentaria es el derecho del pueblo a alimentarse por sus medios, basada en su producción y cuando hablo de producción no hago referencia a la soja, principal agresor de la soberanía alimentaria y la salud.
¿Cuál es nuestro rol? Es fundamental debemos prestar atención a lo que comemos para darnos cuenta de que salud queremos, de que pueblo queremos, los patrones alimentarios de cada pueblo muestran algunas de sus realidades y muchas veces no son tan agradables, ya que una frecuente de los pueblo de América latina es el hambre, el peor mal que pese sobre tierra ten rica, aprendamos a cuidar la pacha mama que ella dispondrá de alimentos suficientes para nuestro pueblos.
Si cada uno toma su lugar y lo desempeña con responsabilidad brindándose al máximo ante cada tarea, existe una fuerza superior, que proviene del respeto al hombre y promueve su desarrollo físico e intelectual, y es el amor a nuestro prójimo y a la madre tierra.